Desde hace un tiempo, la inflación ha alcanzado niveles no vistos y ha impactado en la economía disparando los precios cada vez más. El incremento de precios provoca un aumento en los costes de producción y una reducción de ventas y beneficios.
Es esencial que las pymes para poder hacerle frente a la inflación, implementen una serie de medidas con el objetivo de evitar la desorbitada alza de precios.
Un factor clave de las pymes para hacer frente a la inflación es definir y apostar por su valor añadido y factor diferencial que ofrecen frente a la competencia.
¿Cómo puede protegerse una pyme ante esta nueva realidad?
1. Invertir en las capacidades de tu pyme
Invertir en tu propio proyecto es una manera fundamental para conseguir aumentar su valor y su capacidad productiva.
La clave se basa en convertir tu dinero en activos de la empresa, ya sea en mercados financieros o reales, o en activos financieros o inversiones. Es importante hacer un análisis de mercado y de situación para que la inversión este realizada de la manera óptima y más eficaz posible, y con una garantía de revalorización.
Importante, sí tienes muchas dudas y incógnitas aún sin desvelar, para construir una cartera diversificada es importante el apoyo de un asesor financiero.
2. Definir el factor diferencial
¿Eres consciente de que cada proyecto tiene un valor diferencial que ofrecer a su público objetivo?
La diferenciación de producto es lo que hace que tu producto o servicio destaque para tu público objetivo. Es la forma en que distingues lo que vendes de los productos de tus competidores y aumenta la fidelidad de marca, las ventas y el crecimiento.
Consiguiendo definir nuestra marca y valor sólida nos permitirá poder fijar unos precios más competitivos frente a la competencia. Este factor es muy importante, ya que al poder tener precios variables y flexibles nos da ventaja en el mercado frente competidores poco sólidos con precios altos fijos.
3. Evitar acumular stock
Actualmente, es cuestión de tiempo pasar de pyme a startup. Estamos delante de dos modelos de empresa que se caracterizan por su rápido crecimiento y por ser volátiles.
Por todo lo mencionado anteriormente, un factor clave está en intentar evitar siempre que se pueda la acumulación de stock. Al ser de crecimiento rápido, es importante que tengan un sistema de venta rápido y rotativo.
El exceso de stock se puede producir por múltiples causas, como la estacionalidad del producto, la reputación de la marca, la entrada de nuevos agentes en el mercado o el deterioro de las condiciones socioeconómicas de un mercado. De esta manera, si tenemos una marca sólida y conseguimos unos precios competitivos, será más fácil que siempre haya demanda de nuestro producto o servicio.
Es importante optimizar el flujo de mercancías en los inventarios, saber qué productos tienen mayor rotación y cuánto tiempo tardan en venderse, a fin de minimizar su permanencia en almacenes, lo cual evitará gastos.
4. Garantizar la cadena de suministro
4.1 Fortalecer relaciones directas con proveedores y clientes
Estas dos medidas se complementan entre ellas y son totalmente dependientes. Es muy importante que para garantizar la cadena de suministro se fortalezcan las relaciones con los proveedores y los clientes.
El objetivo principal de estas medidas es conseguir un mayor control sobre el producto y los precios y evitar en la medida de lo posible impactar la inflación en el precio final.
Para conseguirlo es esencial realizar un plan de contingencia para tenerlo todo planificado, incluso poner en marcha simultáneamente, un plan de gestión de riesgos, y utilizar las herramientas necesarias para hacer frente a la situación.
5. Controlar y optimizar costes
Para que una empresa avance es fundamental que pueda optimizar los costes y buscar la mayor eficiencia de los recursos. Si consigues realizar un control de gastos efectivo, tus beneficios aumentarán y tu proyecto empresarial será un éxito.
Un punto clave para optimizar los costes en una empresa, sobre todo en los primeros meses o durante procesos de cambio, es limitar la inversión. Para ello, es necesario establecer un presupuesto mensual de gastos y monitorizarlo. De esta forma, además de ejercer un mayor control de gastos de la empresa, también somos conscientes en todo momento de las posibles desviaciones y de su justificación.
6. Customer Centric
Una empresa considerada Customer Centric tiene como principal característica que toda su planificación estratégica está centrada en el cliente. Es decir, todo lo que se lleva a cabo dentro de esa organización tiene como objetivo brindarle al cliente una experiencia satisfactoria.
El objetivo es mejorar la experiencia de compra del consumidor y cuidar su relación con la empresa para que sea lo más duradera posible, intentando que no abandone la marca tras su captación o una primera compra.
Aplicando esta estrategia podremos conseguir un aumento en el engagement, es decir, en el nivel de compromiso que tienen los consumidores y usuarios con una marca, y esto va más allá de la compra de sus productos o servicios. Entre otras cosas, engloba interacción constante, confianza e, incluso, empatizar con los valores, percepciones y mensajes de la misma
Y por útimo te dejamos por aquí algunos links de interés:
📃 Analiza la competencia para definir tu factor diferencial
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