Lo vemos escrito en muchas ocasiones y damos por hecho que se sabe de lo que hablamos, pero
¿qué es realmente un MVP o producto mínimo viable?
Qué es, para qué se usa el MVP (minimum viable product) y qué consigue esta herramienta que puede dar alas a tu proyecto.
El Producto Mínimo Viable (MVP) es un producto muy básico, con las funcionalidades esenciales y que permite probar la reacción que tiene el público objetivo.
Esta imagen lo deja bien claro, realmente un MVP es una forma de ahorrar tiempo y dinero a la hora de crear tu producto, y con la ventaja de saber sistemáticamente sobre la respuesta del mercado hacia tu producto. Es el punto de partida para poder crear una compañía que crezca rápido y en la dirección adecuada. Con la respuesta obtenida del mercado será posible repensar, reconstruir y mejorar el producto.
El siguiente paso será crear una nueva versión de MVP (2) y seguir iterando realizando el mismo proceso, así el círculo de la metodología Lean startup de crear-medir-aprender se repite para ir mejorando la cadena de valor de tu producto, e ir puliéndolo y adaptándolo a las necesidades del mercado sin gastar todo o lo poco que tienes cuando estás empezando.
Características principales
Como hemos dicho anteriormente, se trata de una de las técnicas principales de la metodología Lean startup, y sus características principales son:
- El MVP debe funcionar para poder «probarlo», mínimo no significa que no funcione o no tenga las funcionalidades básicas que necesitará el usuario hasta el límite que le hayamos comunicado. Debe tener las características imprescindibles para que se pueda poner a prueba. .
- El MVP debe suponer el mínimo esfuerzo en tiempo y recursos para que podamos recoger datos e información de los usuarios, la plataforma puede no ser la más bonita o estar alojada en una landing temporal, pero debe ser un producto por el que el usuario estaría dispuesto a pagar.
- MEDIR, analizar respuestas: El MVP no tiene sentido si no medimos los resultados, debemos conseguir el máximo de feedback: captar leads, preguntar, hacer encuestas, llamar a clientes, tomar métricas y analizar cuantitativa y cualitativamente las respuestas.
Normalmente es recomendable realizar tu propio MVP Canvas, que realmente es muy parecido al Business Model Canvas con segmentos que llenar para aterrizar tu idea y planificarla mejor.
Casos de éxito: seguro que los has escuchado, así que por aquí te dejamos un par de casos mega famosos de éxito y que explican muy bien el know how de la metodología del MVP.
La idea del producto surge de manera espontánea a su creador XXXXX cuando un día a su fundador se le olvida el pen drive que necesitaba para trabajar fuera de la oficina y se da cuenta de la necesidad de tener los archivos de trabajo en la nube.
Era una idea costosa de implementar y que requería de grandes recursos, así que antes de «tirarse a la piscina» decidió ver la respuesta de los usuarios ante los beneficios que prometía el producto. Crearon un vídeo explicativo para valorar el interés que generaba en el mercado.
Este es el video original que lanzó Dropbox para consolidar su MVP:
Y otro muy buen ejemplo además de fácil de entender, pues no mezcla tecnología y esto a veces nos confunde: Nick Swinmurn, tuvo una idea muy sencilla, vender zapatos online. Como no quería emprender en un negocio en el que no era un experto, quiso antes de nada probar su hipótesis de partida, si la gente realmente estaba dispuesta a comprar zapatos online. Para esto habló con el duelo de una zapatería de su barrio y les hizo fotos a algunos zapatos de la tienda. Publicó los zapatos en su web y los puso a la venta. Cuando alguien compraba unos zapatos iba a la tienda, los compraba y les incluía su propio packaging y se los enviaba al cliente.
Y así es como comenzó un negocioq ue fué comprado por Amazon en el 2009 por 1,2 mil millones de dólares.
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